Kasparov Liberado
Gary Kasparov (Bakú, Azerbaiyán, 1963), el hombre que dominó el ajedrez durante dos décadas, abandonó ayer la prisión de la calle Petrovka 38, en Moscú. Allí llegó el sábado, después de ser detenido por diez agentes de las fuerzas especiales que lo sacaron de la Marcha de los Disidentes, un acto de protesta no autorizado por el Gobierno de Vladimir Putin. Después, un tribunal de urgencia le condenó a permanecer cinco días incomunicado por no obedecer las órdenes de la Policía. Ni su mujer, ni su madre, ni su eterno rival y ex disciplinado camarada del Partido Comunista Ruso (PCUS) Anatoli Karpov, con quien protagonizó eternas batallas sobre el tablero, pudieron visitarle. Sólo le dejaron recibir unos libros y un set de ajedrez, quizá con la esperanza de que volviera al deporte y dejara de lado la política. Elecciones.
Kasparov anunció su retirada en marzo de 2005 para dirigir sus esfuerzos, a través del movimiento La Otra Rusia y el Frente Cívico Unido, a denunciar la falta de garantías democráticas de la Rusia actual, que él considera "una dictadura". Precisamente este domingo se celebran unas elecciones legislativas en las que se prevé que arrase Putin como cabeza de lista del partido oficial Rusia Unida. Tendrá entonces una Duma (parlamento) a su medida y podría con ello, quizá, intentar volver a ser reelegido (hay comicios presidenciales en marzo de 200
por tercera vez, algo que prohibe la actual Constitución. Kasparov no se muerde la lengua. Ha calificado a Putin como "Calígula", le ha comparado con Franco y Mussolini y le acusa de restringir la libertad, el pluralismo, amordazar a la prensa y promover una ley electoral que lastra las posibilidades de los partidos minoritarios.
"¿Ha leído El Quijote?", le preguntó un periodista de El País en enero de 2006. "Sí, pero Don Quijote no tenía ninguna posibilidad de ganar y yo sí", respondió Kasparov, que se mostró consciente del "riesgo de ser asesinado". El pasado mes de julio, Larisa Arap, periodista crítica relacionada con el Frente Cívico, fue recluida a la fuerza en un psiquiátrico tras publicar unos artículos que no gustaron. Marina Litvinovich, asesora de Kasparov, fue agredida brutalmente por varios desconocidos en marzo de 2006. En las recientes Marchas de los Disidentes en Moscú y San Petesburgo, La Otra Rusia reveló que hasta 300 personas fueron retenidas.
Ante tales circunstancias, Kasparov ha extremado su seguridad. Va acompañado de tres guardaespaldas, se mueve en un coche con cristales tintados, no utiliza los aviones de Aeroflot para viajes largos y no come ni bebe en las líneas aéreas rusas en el interior del pa además, intenta elegir restaurantes de gente de su confianza.
Con la vida resuelta, libros publicados y residencias en París y Nueva York, podría no arriesgarse, pero su compromiso moral está en Rusia. Ayer, nada más abandonar la cárcel, volvió a lanzar un jaque a Putin: "Espero que en todo el mundo se haya visto cómo se trata a los activistas de la oposición en Rusia. Este régimen está en fase de convertirse en una dictadura". Otro arriesgado movimiento del Gran Maestro.
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